Una boda en la Finca El Monje, Madrid
Nunca sabemos cómo vamos a conocer a la persona con la que pasaremos el resto de nuestra vida. Y estaba claro que, en un primer momento, María y Pablo, que se conocían de vista desde hace años, no lo sospechaban. Pero fue en un evento en que coincidieron trabajando, que empezaron a hablar y poco a poco la relación fue a más, empezaron a verse fuera del trabajo y, finalmente, en julio de 2017 se dieron un emocionado «Sí quiero».
Pablo se preparaba con un chaqué de Swing mientas la maquilladora Mónica Rodríguez hacía que María brillara aún más. Nerviosa e ilusionada, María, ayudada por su madre, se abrochaba el precioso vestido de novia que su progenitora lució el día de su boda, una pieza única de manga larga realizada con varias capas de tejido vaporoso a la que Sol and Rol by Villamor había había retocado de forma magistral para darle un aire nuevo.
Intentando controlar la emoción que cualquier novia siente en ese momento, María se vio acompañada de su hermano, en el primer tramo al altar, y de su padre en el segundo. Y fue ese, el momento más especial de la boda para ella, el de ver la cara de Pablo cuando la vio aparecer por el pasillo. “No hay mirada, ni sensación más bonita que ver la cara de felicidad y amor de la persona que te está esperando para casarse contigo”, nos contó posteriormente.
La finca estaba más espectacular que nunca, los novios hicieron el intercambio de alianzas bajo un porche deliciosamente decorado con fibras de tejido naturales, ramas y flores. De crear este clima tan mágico se había encargado el equipo de la misma finca El Monje, que estuvo pendiente de la organización en todo momento.
Después de terminar el cocktail y haber cogido fuerzas con el maravilloso catering La Albada, los sentimientos estaban a flor de piel. Fue entonces cuando los novios hicieron entrega de una foto entrañable al hermano de la novia y preciosos ramitos de flores a las madres y a la mejor amiga de la novia.
A continuación sucedió uno de los momentos más inesperados y emocionantes, un vídeo realizado con el novio sobre los momentos más mágicos de la pareja. Y por último, un emotivo baile nupcial con un susurro francés, la canción de “She” de Charles Aznavour y una gran fiesta que puso fin a un día realmente precioso.
Muchísimas felicidades y mil gracias Pablo y a María por confiar con Alma Fotografía para vuestro reportaje de su boda natural.
Créditos: Finca El Monje, Catering La Albada, Coche de los novios Seat, Traje de la novia familiar con ajustes de Sol and Rol By Villamor, Maquillaje y peluquería de la novia Mónica Martínez, chaqué del novio Swing Madrid, fotógrafos de boda Alma Fotografía